La calidad y la seguridad son de interés primordial para nosotros. Para garantizarlo, damos gran valor a la certificación. Desde 1998 REPA dispone de los siguientes certificados:
La lista de control de seguridad, salud y medio ambiente (VGM por sus siglas en holandés) de los contratistas o VCA (por sus siglas en holandés), es un programa orientado a promover la seguridad de procesos empresariales.
Un certificado VCA significa que la empresa en cuestión trabaja de forma segura y saludable y que considera importante seguir haciéndolo.
La norma internacional ISO-9001 se centra en los sistemas de gestión de calidad y hace hincapié en la satisfacción del cliente. Cumplir con esta norma significa también esforzarse continuamente y aplicar mejoras. La norma ISO-9001 se basa en siete principios de gestión de la calidad, entre ellos el enfoque al cliente, el compromiso, el enfoque basado en procesos y el liderazgo.
REACH significa registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas (Registration, Evaluation, Authorization and Restriction of Chemicals o REACH por sus siglas en inglés). Este reglamento europeo pretende mejorar la protección de la salud pública y del medio ambiente mediante una mejor y más rápida identificación de las propiedades intrínsecas de las sustancias químicas.
Al mismo tiempo, REACH pretende mejorar la capacidad innovativa y competitiva de la industria química europea. REACH se aplica a todas las sustancias y productos químicos producidos o importados en la UE.
El reglamento de restricción de sustancias peligrosas RoHS (Restriction of Hazardous Substances o RoHS por sus siglas en inglés), que se aplica en todos los estados miembros de la Unión Europea, tiene por objeto la restricción del uso de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos. En concreto, se trata de las seis sustancias siguientes: mercurio, cromo, plomo, cadmio, bifenilos polibromos y los éteres difenílicos polibromados.
Los PAHS (Polycyclic Aromatic Hydrocarbons o PAHS por sus siglas en inglés), o hidrocarburos aromáticos policíclicos, son cancerígenos y en general perjudiciales para la salud. Estas sustancias pueden encontrarse en diversos materiales, como madera, alimentos y tabaco. Las industrias que utilizan estos materiales deben hacer todo lo posible para evitar la emisión de PAHS.
El reglamento PAHS procura que todos los productos cumplen con los requisitos legales con respecto a estas sustancias dañosas.